Vivir era andar con el alma en pelotas
arrastrando las patas sobre
piedras redondas
era respirar el calor del resuello
ajeno
y oler a sobacos
Vivir era estarse muriendo a cada
latido
preguntando por qué y cuando y para
qué
vivir era eso...
alucinando causas para cualquier
consecuencia
traicionando razones...
resbalando en la mierda
pero también el destello de los días
de gloria...
tan pocos!
Y siempre el recuerdo de aquella sola
vez
que brillaron tus ojos y como un
chaparrón
estalló tu risa
con todas sus teclas...
guachita...!
mi amor...!