el hombre otra vez pasa con su carretilla por enfrente
son las cuatro de la tarde y el mate no tiene ya gusto
siguen siendo las cuatro mientras me levanto y voy a ensillarlo
total
está en la puerta del armario
la yerba
estoy abriendo la puerta y no dudo de que allí está
aunque no la vea
la siento ahí
además de acordarme de que ahí la puse la vez anterior
mi vista se acostumbra a la penumbra
y...
ahí está!
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